lunes, 1 de julio de 2013

Primer relato - Taller de escritura en Be Literature

¡Hola! No me voy a volver a excusar porque no estoy trayendo reseñas ni nada de eso, aunque espero traeros otra pronto porque el libro que estoy leyendo es realmente adictivo.

Mientras tanto, aprovecho para deciros que en Be Literature se creó un taller de escritura al cual pertenezco y... como podréis prever, hay que crear relatos y nos inspiramos en canciones. Ahora mismo no tengo escrito el relato y voy a escribirlo del tirón, que es en lo que consiste, y me da mucha vergüenza... Pero bueno, quiero ser escritor y estoy seguro de que esta es una buena oportunidad para empezar a practicar :P

Que sepáis que no estoy, en absoluto, inspirado en estos momentos -_-, aunque me basaré en una frase de la canción en vez de en la música de la misma "Don't listen to a word I said" para escribir sobre un tema muy común en estos días.

MI MEJOR AMIGO

El niño calló. No sabía qué decir, no sabía cómo defenderse. No había nadie que hablara por él, y solo se oía al viento susurrar mientras un corro de niños a su alrededor le acuchillaban con sus palabras. Cada vez que le insultaban, sus ojos empezaban a llorar tristeza. Las lágrimas correteaban por su cara haciéndole cosquillas, y simplemente servían para eso. Para mostrar a la gente cómo se sentía en ese momento. Las lágrimas no eran el dolor, eran el intento de hacer que la gente tuviera compasión del chico.

Lágrimas que, después de todo, no servían para nada. La gente no tenía piedad, los niños  seguían mutilándole con lo que hace unos segundos eran palabras cargadas de la suciedad de sus bocas, vacías de sentimientos, y causantes de un dolor que les parecía ser ajenos; un dolor que parecía gustarles causar. Ahora mismo ya no eran palabras, no tenían significado. Eran simplemente monstruos en su cabeza hablando en otro idioma, sonidos guturales y bruscos que no sabía identificar.

Siempre tuvo miedo de noche, miedo de encontrar un monstruo bajo la cama, miedo a la oscuridad.

Y de pronto comprendió que los monstruos realmente existían, pero no tenían antenitas verdes, ni mil ojos ¡ni una espalda llena de cuernos! La vida misma poseía los más temibles monstruos, capaces de hacerte llorar en segundos; de hacerte pensar que tu vida no tiene sentido, o que no sirves para nada.

No podía hacer otra cosa que callar. No podía pelear contra personas que se burlaban de él. Intentó salir del corro de gente que se apiñaba a su alrededor. Pero no era un vídeo juego. No podía saltar sobre ellos, o correr arrastrándose por debajo. Le empujaban y le pegaban patadas, sin saber que al llegar a casa podría sentirse la persona más desgraciada del mundo. No sabían que destrozarán a mucha más gente, no solo a un niño de nueve años.

Porque el dolor no se puede vivir en soledad. El dolor se comparte inevitablemente, sin querer. Se comparte porque siempre hay alguien que te quiere. Y para ese alguien que te quiere es imposible verte sufrir tanto, como si fuera un pastel, quiere un pedacito de esa asquerosa tarta de dolor, para que no te la tengas que tomar tú solo, para que se acabe antes. Para, así, alimentarse de tu sonrisa.

‹‹Mi tarta gigante se hace enana, casi no notamos el sabor a dolor en la boca, porque me quiere mucha gente. También me odia otro puñado de personas, ¡no sé por qué! Dice Ploppy que me tienen envidia, tampoco sé por qué. Y me dan pena ellos, porque algún día tendrán que comerse una de esas tartas de dolor, y no habrá nadie que les ayude a terminar de comerlas.›› pensó Charlie.



En casa, el niño se puso una máscara para ocultar el moratón de la mejilla, una máscara para ocultar su dolor. Ploppy y él jugaban con cochecitos de juguete mientras tomaban galletas de miel. ¡Qué bien lo pasaban! ¡Qué bien vivir con amigos! Charlie, aún así, tan contentos que estaban, le comentó lo sucedido a Ploppy, su mejor amigo.

- Qué pena, ¿por qué no me quieren? -preguntó Charlie.

- ‹‹Porque te tienen envidia -repitó por enésima vez Ploppy, pero esta vez continuó-: No tienes que dejar que te afecte, no tienes que darle vueltas a lo que te diga la gente. No dejes que te hieran, Charlie. Sé valiente. No escuches ni una palabra que te diga la gente. No merece la pena. Solo escúchate a ti mismo.››

- Tienes razón, pero me cuesta. Porque no les he hecho nada creo yo, y mira, Paulita y yo nos enfadamos pero volvimos a ser amigos hablando. ¿Por qué no pueden hablar conmigo? ¿Por qué tienen que ser así?

- ¿Con quién hablas? -interrumpió la madre, quien acababa de entrar con un zumo de naranja.

- Con Ploppy, mamá. ¿Por qué solo has traído un zumo de naranja? ¡Ya voy yo por otro!

- No sabía que tuvieras tanta sed, hijo -dijo sorprendida la madre.

- Y no la tengo, pero Ploppy sí que quiere otro -dijo Charlie, molesto por el descuido de la madre. ¡Mira que no acordarse de su mejor amigo!

- De acuerdo, de acuerdo. No sabía que los osos de peluche también bebían zumo de naranja, ya voy a por otro -dijo la madre, riendo.

Enfadado, Charlie dijo:

- Ploppy no es un simple osito de peluche, ¡Ploppy es mi amigo y me quiere!

Más tarde, volvió a hablar con su amigo, disculpándose porque su madre no sabía lo que decía. Ploppy no era un osito de peluche, Ploppy era el amigo que le ayudaba cada vez que volvía del colegio, cada vez que un par de idiotas se metían con él. 

Y así fue como cada vez que venía triste por culpa de los monstruos que habitaban la Tierra, tuvo un amigo con quien terminar su tarta, y ser mucho más feliz de lo que jamás podrían haberlo sido los monstruos. Porque, lo veamos o no, aunque no lo parezca a simple vista, siempre habrá alguien que nos quiera, dispuesto a ayudarnos.



FIN


¿Qué os ha parecido? ¿Os ha gustado? ¡Tenéis que ser duros, así mejoraré y cada vez escribiré mejor! 



17 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho la cita señalada y la voz de Charlie tan dulce y triste por el tema del bullying y como se refugia en su amigo imaginario Ploppy.

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  2. Es un relato triste, aunque con esperanza. Toca un tema actual muy duro y de difícil solución porque es verdad que los monstruos no existen solo hay personas crueles, llenas de maldad y a veces estamos en un mundo donde solo existe la ley del más fuerte.
    Nos llaman seres racionales pero yo creo que nuestra parte animal sigue muy arraigada a nuestro ser.
    No me ha sorprendido el relato, pero me ha gustado. Saludos.

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  3. Oh :') Me ha gustado mucho el relato, por el tema tan delicado y triste del bullying, por cómo narras cómo se siente Charlie ante el ataque de sus compañeros, por la metáfora de la tarta y la de los monstruos, porque al final sabe llevarlo bien... en fin, qué demonios, me ha encantado el relato. :')

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  4. Oh, me encanta. En serio. Sufrí bullying durante un par de años, y has sabido expresar exactamente lo que se siente. Pero lo mejor sin duda ha sido Ploppy, no me esperaba para nada que fuese su amigo imaginario.
    Te felicito, lo has hecho genial.
    Besos

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    1. Bueno, yo también sufrí bullying durante unos cuantos años y quizá se me quedó grabado lo que se sentía.
      JAja, me alegro de que te haya gustado el relato ^^

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  5. Creo que te ha salido muy bien, pero el primer pensamiento del niño es muy...extenso creo yo. Por lo demás muy bien. Lo de la tarta me ha encantado.

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  6. LLOROOOOOOOOOO T^T ¡QUÉ RELATO MÁS TIERNO! Me ha encantado, es que daban ganas de apachurrar a Charlie y decirle: "¡Yo seré tu amiga, yo te querréeeeee!" Está narrado con tal sentimiento que me has dejado el vello de punta. ¡Precioso! :)

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    1. Ay jajaja me alegro de que te haya gustado!!! ¡Claro, vamos a ser amigos de Charlie jajaja!

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  7. Me encanta, El principio era oscuro , triste, duro y luego fue como un pequeño oasis de felicidad, un seguro refugio, precioso.

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  8. Es muy tierno como te han dicho y lo de que el final sea esperanzado lo remata. Como ya te han dicho, no es muy original, pero sí sabe conmover y mucho. Felicidades ^_^. Xa-LFDM

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  9. Muy duro el tema del bulling... cada vez más. Yo también lo sufrí durante mis años en la educación secundaria obligatoria, y echando la vista atrás, no sé cómo pude soportarlo. Ha pasado bastante tiempo, pero tu relato me ha recordado aquellos días en los que también me descargaba con mi osito.
    En fin, que ha estado muy, muy bien. Me gusta cómo has conseguido que suene tan diferente la voz del niño.
    ¡un beso!

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  10. ¡Hola! Tu relato me ha parecido precioso. Creo que como ya han dicho los demás lo mejor es los sentimientos que transmites :) Se nota la desesperación y tristeza del protagonista, pero a la vez hay esperanza. Tengo ganas de leer más cosas tuyas ;) A ver qué tal la segunda entrega del taller, a mí por ahora no me viene la inspiración... pero voy a intentar escribir algo alegre esta vez
    ¡Nos leemos!

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    1. ¡Mucha suerte, yo también tengo ganas de volver a leerte! Espero que te venga pronto la inspiración, ya verás como sí :P

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  11. Qué penita de relato :( pobre nene!

    Me gusta que haya sido un relato novedoso. Por ahora no he leído ninguno así. Enhorabuena. Es tierno y sabes plasmar muy bien los sentimientos del protagonista para que el lector se identifique con él y también sufra. Sigue así!

    Un besazo

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  12. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  13. Tu relato me ha encantado, aun que es un poco triste :(

    Tienes un premio en mi blog, por cierto XD

    Beso! :)

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